Pie de Atleta (RUNNERS)

 

 

En esta situación unos hongos denominados "dermatofitos" parasitan nuestros pies y, sobre todo, los espacios entre los dedos, especialmente el que se encuentra entre el cuarto y el quinto dedos.

El aspecto que presenta la piel es de estar macerada, blanquecina, escamosa y con tendencia a despegarse. La lesión se caracteriza por fuertes picores (prurito intertriginoso) y puede extenderse a la planta del pie e incluso a las uñas. Puede presentarse acompañada de sudoración excesiva del pie y mal olor por sobreinfección bacteriana.

El pie de atleta es contagioso no sólo para otras personas, sino también para otras partes del propio cuerpo. Por tanto, el pie se debe secar únicamente con toallas deshechables de papel. También es conveniente lavar las alfombrillas y fregar el suelo del baño más de lo habitual. Si se frecuentan vestuarios es obligatorio llevar zapatillas o chanclas. Es conveniente cambiar de calcetines a menudo; y si éstos son de algún material fuertemente transpirable, como el "Coolmax", mejor. Una buena prevención pasa por usar productos antifúngicos, como los polvos de talco de tolnaftato, entre los dedos y en las zapatillas.

Como remedios más caseros se pueden utilizar los baños de tintura de yodo al uno por ciento, vinagre blanco y tintura madre de caléndula o con jabón de caléndula. Las cremas que se suelen utilizar como tratamiento contienen como principios activos sertaconazol al uno o dos por ciento, ácido benzoico, mioconazol o tioconazol; debiendo ser el dermatólogo el que aconseje la más adecuada para cada caso particular. Cuando las heridas o grietas son importantes, se necesita recurrir al desbridamiento, cirugía menor muy efectiva.